Alrededor de 1900 niños y niñas de esta capital, participarán de este encuentro coral de estudiantes de escuelas primarias, una iniciativa del Ministerio de Cultura y Educación, que a través de la Subsecretaría de Cultura recorren las escuelas incentivando a los niños y niñas a expresarse por medio del canto.
Las actividades están programadas a partir del próximo miércoles, 24 de junio al 1° de Julio, a las 16 horas en las escuelas de esta capital, de la siguiente manera: 24 de Junio Escuela N° 66 "José Manuel Estrada", barrio Independencia; 25 de Junio Escuela N°519 "Docente Omar Gutierrez", barrio Ilia II; 26 de Junio escuela N° 82 "Luis Gaspar Ruiz", barrio Villa Hermosa; 30 de Junio escuela N°147 "Estado de Israel", barrio Juan Domingo Perón; y 1° de Julio a las 15 hs. en la Escuela N° 434 "Edmundo G. Strien", del barrio Juan Manuel de Rosas.
Esta acción cultural es el resultado de reuniones realizadas por núcleos de todas las Escuelas de la ciudad Capital donde se expusieron los objetivos del Encuentro. Allí se detectaron las escuelas que no cuentan con profesores de música y se determinó realizar apoyatura técnica por parte de los Profesores coordinadores del encuentro. El grupo coral de dichas escuelas son guiados por docentes de grado o de folklore.
La inserción de los lenguajes artísticos en los niños y jóvenes permitirá otorgar un lugar especial a la música como vía para el enriquecimiento expresivo de cada uno de ellos, respetando sus particularidades y desarrollando potenciales expresivos en pos de una proyección social.
Por todo ello surge así el desafío y la responsabilidad del maestro de música, en mantener y enriquecer el caudal expresivo de niños y jóvenes, creando espacios adecuados que permitan el desarrollo de la expresión musical a partir de la estimulación de condiciones que no sólo lo atraigan hacia la música, sino que a través de ella se mantenga constante el gusto por la misma y pueda así enriquecerlo artística, espiritual y moralmente.
Las experiencias musicales adquieren significación cuando se proponen una iniciación temprana en el camino de la práctica y la degustación artística.
La enseñanza de la música, ocupa un lugar de importancia en la variedad de estímulos que proporciona el maestro a través del cual el niño y el joven podrán enriquecer y/o mejorar sus recursos expresivos.
Debe partir del desafío de retrotraerse a la infancia a partir de un reencuentro con el deslumbramiento, con lo mágico, con la posibilidad de asombro que permita expresar en el canto los más puros sentimientos a partir del soporte técnico necesario.
Cantar, es una práctica que supone la posesión de condiciones auditivas y rítmicas, es un placer, un goce, una liberación de sentimientos que a veces, sólo pueden ser adecuadamente expresados a través del canto.
Cantar, constituye una manifestación de alegría o tristeza, pero siempre ligado al sentimiento, al alma misma del individuo.
Todos los niños o la inmensa mayoría de ellos nacen con una disposición natural hacia la música, que aumenta, decrece o desaparece según encuentre a lo largo de sus vidas oportunidades para desarrollarse o factores que lo ahoguen y lo hagan desparecer.
Esta acción cultural es el resultado de reuniones realizadas por núcleos de todas las Escuelas de la ciudad Capital donde se expusieron los objetivos del Encuentro. Allí se detectaron las escuelas que no cuentan con profesores de música y se determinó realizar apoyatura técnica por parte de los Profesores coordinadores del encuentro. El grupo coral de dichas escuelas son guiados por docentes de grado o de folklore.
La inserción de los lenguajes artísticos en los niños y jóvenes permitirá otorgar un lugar especial a la música como vía para el enriquecimiento expresivo de cada uno de ellos, respetando sus particularidades y desarrollando potenciales expresivos en pos de una proyección social.
Por todo ello surge así el desafío y la responsabilidad del maestro de música, en mantener y enriquecer el caudal expresivo de niños y jóvenes, creando espacios adecuados que permitan el desarrollo de la expresión musical a partir de la estimulación de condiciones que no sólo lo atraigan hacia la música, sino que a través de ella se mantenga constante el gusto por la misma y pueda así enriquecerlo artística, espiritual y moralmente.
Las experiencias musicales adquieren significación cuando se proponen una iniciación temprana en el camino de la práctica y la degustación artística.
La enseñanza de la música, ocupa un lugar de importancia en la variedad de estímulos que proporciona el maestro a través del cual el niño y el joven podrán enriquecer y/o mejorar sus recursos expresivos.
Debe partir del desafío de retrotraerse a la infancia a partir de un reencuentro con el deslumbramiento, con lo mágico, con la posibilidad de asombro que permita expresar en el canto los más puros sentimientos a partir del soporte técnico necesario.
Cantar, es una práctica que supone la posesión de condiciones auditivas y rítmicas, es un placer, un goce, una liberación de sentimientos que a veces, sólo pueden ser adecuadamente expresados a través del canto.
Cantar, constituye una manifestación de alegría o tristeza, pero siempre ligado al sentimiento, al alma misma del individuo.
Todos los niños o la inmensa mayoría de ellos nacen con una disposición natural hacia la música, que aumenta, decrece o desaparece según encuentre a lo largo de sus vidas oportunidades para desarrollarse o factores que lo ahoguen y lo hagan desparecer.