"Resalto la particular atención prestada a la educación intercultural bilingüe en las comunidades aborígenes de la provincia, en el marco de una sociedad que se reconoce y asume multiétnica y pluricultural. Esta política de Estado, diseñada y ejecutada por el gobierno provincial, con la participación indígena, tiene resultados concretos, efectivos y mensurables..." Dr. Gildo Insfrán
Hoy 3 de agosto, se cumplen 40 años de la sanción provincial de la “Ley Integral del Aborigen” N° 426, pionera en reconocer la conformación multiétnica y pluricultural de nuestra sociedad.
LA LEY Y EL DERECHO A LA EDUCACIÓN
Previo a la sanción de la “Ley Integral del Aborigen” N° 426 era muy difícil para las comunidades, los niños y niñas acceder a las escuelas. Muchos factores influyeron, las condiciones de los lugares, la cantidad de escuelas, y que en ese momento no había una preocupación del Estado para garantizar este derecho.
La Ley expresa la necesidad de garantizar una enseñanza Bilingüe, planes de estudio específicos, con contenidos pedagógicos conforme a la cosmovisión e historia indígena, ampliación de los auxiliares docentes en primaria, becas estímulo para acceder a la educación secundaria, etc.
En este marco se habilitó la creación, dentro del sistema educativo formoseño, de la Modalidad Aborigen y se dio lugar al cambio de denominación de las primeras 33 escuelas de nivel primario que comenzaron a desarrollar un trabajo diferente para poder atender a los/as estudiantes. Se las denominó en aquel entonces, escuelas modalizadas.
La primera característica fue habilitar la presencia de un Auxiliar docente aborigen para que oficie de traductor entre docentes y estudiantes, considerando la comunicación como principal dificultad. Posteriormente, en 1986, se crearon también las primeras 4 escuelas secundarias de esta modalidad, únicas en el país y en América del Sur, con planes de estudio adecuados a las necesidades de ese momento, y se denominaron Centro Educativo de Nivel Medio para comunidades autóctonas y sectores marginales, se habilitaron en zonas estratégicas de la Provincia tales como Namqom, Ingeniero Juárez, El Potrillo y El Chorro; ofrecían una educación secundaria con salida laboral, ya que los que ingresaban eran todas personas adultas. En esas escuelas se formaron los primeros Maestros Especiales para la Modalidad Aborigen (MEMAS), agentes sanitarios y peritos en recursos naturales.
A partir del año 2003 en Formosa se institucionaliza la denominación de Modalidad de Educación Intercultural Bilingüe (EIB), y se crea en el ámbito del Ministerio de Cultura y Educación, la Coordinación, para desarrollar en todo el territorio y en los niveles obligatorios, una educación que reconozca y promueva los derechos de los pueblos indígenas locales. Posteriormente esta forma de definir y entender a la educación en las comunidades indígenas sería asumida en el ámbito nacional. La participación de nuestra provincia en el proceso de consulta para la Ley Nacional de Educación fue fundamental para que se incluya como una de las 8 Modalidades del sistema educativo nacional.
La Modalidad de EIB está garantizada en cada uno de los niveles en el sistema educativo provincial, lo que la pone a la vanguardia en cuanto a desarrollo pedagógico, curricular, didáctico y metodológico, en el contexto nacional, con modernas unidades educativas en todos los niveles, en el Nivel Inicial 151 jardines de infantes, 147 escuelas primarias, 52 colegios secundarios y dos institutos superiores. Con una población indígena, según el Censo 2022, de Wichí 47%, Qom 31,33%, Pilagás 12,33% y Nivaclé 0,94%, haciendo un total de 47.459 integrantes de comunidades indígenas formoseñas.
SU HISTORIA
El retorno de la democracia en nuestro país marcó un hito histórico en materia de derechos de los pueblos indígenas, tras largos años de profundo silencio y la ausencia de un Estado que escuche y atienda las demandas y necesidades de las comunidades. En julio de 1984, el Gobernador Floro E. Bogado, eleva a la Honorable Legislatura provincial el Proyecto de Ley N° 426, elaborado con la participación de los integrantes de los pueblos Wichi, Qom y Pilagá, constituyéndose como base de las políticas públicas vigentes, nutriendo las posteriores reformas de la Constitución Provincial, dejando expresamente establecido que la provincia de Formosa reconoce la preexistencia de los pueblos indígenas que la habitan. El Estado reconoce y garantiza: Su identidad étnica y cultural. El derecho a una educación bilingüe e intercultural. La personería jurídica de sus comunidades. La posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan. Ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos.
En los últimos 30 años y a partir de la inclusión en la agenda estatal diseñada en el proceso de planificación y de concreción de las líneas de política pública establecidas en el Modelo Formoseño, es donde se vieron las transformaciones sociales, culturales, económicas, infraestructura y mejoramiento de las condiciones de vida de la población indígena.
Desde la sanción de la Ley N° 426, en el año 1984 comenzaron a surgir en el país legislaciones orientadas a reconocer derechos a la población indígena. La Ley Integral del Aborigen de la provincia de Formosa fue la primera de estas leyes. Desde entonces, nuestra provincia funcionó como un importante punto de referencia en cuanto a legislación, salud, tierras, educación y participación e inclusión de los pueblos indígenas.