A lo largo y ancho del territorio provincial constantemente se desarrollan políticas públicas sistemáticas, pioneras y sostenidas en el tiempo con la participación de las comunidades originarias.
En el marco del Día del Aborigen Americano, unidades educativas y comunidades llevan a cabo múltiples actividades para acompañar y continuar contribuyendo al mejoramiento de las relaciones interculturales, basadas en el respeto, diálogo y en la responsabilidad compartida de construir un mejor lugar para vivir, que incluya a todos los formoseños en igualdad de derechos y de oportunidades.
En ese sentido, la Coordinación Provincial de Educación Intercultural Bilingüe (E.I.B.), dependiente del Ministerio de Cultura y Educación, realiza diversas trabajos con el fin de fortalecer y desarrollar la diversidad cultural desde una valoración positiva de las identidades, del reconocimiento de la interculturalidad como un valor, como un desafío a construir mejores relaciones entre los pueblos, pregonando la paz social y el crecimiento arraigado en nuestras propias raíces, con la firme convicción de que los centros escolares son el escenario donde se puede imaginar y poner en práctica valores que aporten a un futuro cada vez mejor.
Cabe recordar que, a lo largo y ancho del territorio provincial constantemente se desarrollan políticas públicas sistemáticas, pioneras y sostenidas en el tiempo con la participación de las comunidades originarias. En lo que respecta al ámbito educativo, alrededor de 18.000 estudiantes de las diferentes comunidades y de todos los pueblos originarios asisten diariamente a las 322 unidades educativas de los niveles Inicial, Primario, Secundario y Superior, la totalidad de ellas funcionan en las mismas comunidades. La enseñanza de la las lenguas originarias y las culturas de niñas, niños y jóvenes en los niveles obligatorios es lo que caracteriza a esta Modalidad E.I.B., asumida por los más de 600 docentes indígenas.
Así también, los avances en materia de titularización de las tierras ancestrales, las prestaciones de salud, y los derechos fundamentales de acceso al agua, electricidad, viviendas, producción y trabajo en los últimos años han posibilitado a las comunidades mejorar sustancialmente las condiciones de vida.