El Ritmo de la Colonia
Uno de los primeros problemas que afectaron a la naciente población fue la especulación de tierras en la villa y en la colonia; tal es así que en 1882 el Gobernador interino de los Territorios del Chaco, Luis Jorge fontana, otorgó un plazo de dos meses para el cumplimiento de la ley de inmigración y colonización, que obligaba a poblar, cercar y cultivar las tierras. Al respecto, Ernesto Joaquín Maeder manifiesta que la aceleradas valorización de las zonas colonizadas fomentó la especulación.
Dice el padre Gabriel Grotti que a su llegada a Formosa, en 1883, comprobó que los colonos no poseían recursos económicos y vivían en la más extrema pobreza. La memoria oficial de 1886 expresaba que en los últimos años la situación había mejorado, reinando ahora en la colonia "el bienestar, la confianza y el estímulo que faltaron en los primeros tiempo por causas extrañas a las condiciones del suelo, las que sería largo e inútil enumerar" lamentablemente No quedaron señaladas, pero se puede pensar que esas causas eran: un territorio con dificultades presupuestarias, instituciones con múltiples necesidades, dificultades en la colonización, problemas a nivel nacional, etc.
El censo Agrícola y Pecuario de 1888 arrojaba la cantidad de 480 hectáreas cultivadas en la colonia con diversos rubros, con una existencia de 9011 árboles frutales. Este considerable número en el cultivo frutícola fue producto del estímulo que brindaba la ley de colonización e inmigración. La ganadería quedaba representada por vacunos caballares, mulares, asnales, lanares, cabríos y porcinos. Además los pobladores criaban aves de corral que servían para el consumo y la comercialización.
La población crecía, la vida era penosa, hombres, mujeres y niños trabajaban desde el amanecer hasta caer la tarde. El gobernador Fotheringham escribía en 1888 que la colonia Formosa continuaba progresando. Si embargo, al año siguiente Proto Ordóñez comunicaba al Ministro del Interior, Dr. Wenceslao Paunero, que este agrupamiento progresaba con lentitud, debido a los malos terrenos que ha tocado a muchos colonos y debido también a que la generalidad no son agricultores y se dedican con preferencia a otros trabajos". En esa oportunidad fueron suspendidas las concesiones de lotes rurales en las colonias nacionales por ser entonces el remate público de las chacras desocupadas como medida de fomento de la agricultura y a fin de aumentar la población rural.
Ordóñez, por otra parte, solicitaba la creación de una Comisión Auxiliar de Inmigración, por cuanto los extranjeros destinados "a la colonia Formosa y a varias otras de esta región" pasan al Paraguay, haciéndose pagar por los agentes de inmigración de ese país el pasaje desde esta localidad hasta la ciudad de Asunción. Por lo tanto, al gobierno paraguayo le costaba poco esfuerzo el acceso de los europeos, pues el Poder Ejecutivo de la Argentina costeaba los gastos de los inmigrantes desde Buenos Aires al territorio formoseño.
A través del "Diario" personal de Agustín Capra, escrito entre 1888 y 1891, podemos apreciar que la producción de la colonia estaba basada en la caña de azúcar, la horticultura, el maíz y los frutales, iniciándose las actividades pecuarias y tamberas...
En 1892 y a consecuencia de las langostas y sequías del año anterior algunos pobladores vendieron sus terrenos en bajo precio. Al año siguiente el ingenio "Formosa" producía 600.000 kg. de azúcar y 40.000 litros de alcohol. Dos establecimientos de la zona cosechaban maíz y tabaco y uno de ellos poseía una destilería.
En la memoria oficial de aquel año quedaba consignado: "El valor de la tierra es muy variable en esta región y ha dependido, más que la importancia del monopolio de la tierra por intereses extraños producía el despoblamiento. Teniendo presente esta situación, el gobernador José María Uriburu manifestaba:
"Tiempo es que esta cuestión sea considerada de vital interés para el presente y porvenir de la Nación y para evitar con tiempo que la concentración de la tierra en pocas personas, pueda reproducir entre nosotros las cuestiones sociales que tan hondamente agitan la Europa".
... Hacia 1896 el ritmo de la colonia había quedado estacionado; los motivos eran dos principalmente: la ineptitud de la tierra para la agricultura y la burocracia engorrosa para tramitar los títulos de propiedad. Además, la deuda que los colonos mantenían con el Gobierno nacional era cada vez más significativa.
Ese año efectúa una inspección al pueblo y planta rural de Formosa, D. Candiotti informando que la situación de esta última era lamentable. El sector cultivado era insignificante por la ineptitud del suelo, dedicándose la mayoría de los pobladores a la ganadería. En tiempo de sequía los arroyos que cruzaban la zona quedaban salobres.