Organizado por la Dirección de Patrimonio Socio Cultural dependiente de la Subsecretaria de Cultura del Ministerio de Cultura y Educación, y con la participación de la Orden Franciscana será inaugurada el sábado 21 de noviembre la Muestra "800 años del Carisma Franciscano".
Dicha muestra permanecerá abierta hasta el domingo 29 de noviembre en el Galpón G del Paseo Costanero Vuelta Fermosa y que concluirá con la celebración de la Santa Misa a las 20hs.
Estuvieron presentes autoridades civiles y religiosas, representantes de la Orden Franciscana Seglar, de la JUFRA (Juventud Franciscana), las Hermanas Franciscana de María, las Hermanas Franciscanas misioneras del Niño Jesús, invitados especiales y publico en general.
Son objetivos de esta muestra difundir la historia del carisma franciscano, en conmemoración de los 800 años en que el Papa Inocencio III aprobara la regla que escribió Francisco de Asís, dando inicio con ella a la experiencia evangélica franciscana que hasta hoy perdura; reconocer la importancia de la obra misionera de los franciscanos realizada en nuestra Provincia para defender nuestra cultura, contribuyendo al desarrollo integral de las personas y de nuestra identidad; despertar la conciencia colectiva sobre el poder del patrimonio, basado en el reconocimiento de los testimonios significativos de la realidad de las actividades humanas en el tiempo y en el espacio; reconstruir y recuperar a través de la muestra, la obra misionera de los franciscanos. Obra cultural que se dio a través de sus aportes etnológicos, elaboración de vocabularios de lenguas indígenas, censos, crónicas de acción pastoral, diarios, creación de escuelas, composición de obras musicales, elaboración de memorias y reseñas históricas para contribuir a mantenerlos en vida y protegerlos.
En la muestra se podrá observar el trabajo realizado por la Orden Franciscana, como toda experiencia que se consolida, crece, madura y se expande por el mundo, cargada de tradiciones, sencillez y espontaneidad desde los orígenes, y que se ve cubierta de ese polvo que el correr de los años le va arrimando, sin que por ello pierda lo que permanece como esencial a su identidad, en este caso, el desafío siempre presente de vivir con autenticidad los valores del Evangelio.
La historia de nuestra provincia nos muestra a los hijos de San Francisco de Asís recorriendo sus pueblos, llevando el mensaje evangélico, con la sencillez con que la supo trasmitir el pobre de Asís, quien despojado de si mismo y confiando en el obrar de Dios en la pobre herramienta de su persona, dejó huellas imborrables en todos los lugares donde sus pies de peregrino de Dios fueron pisando.
Conforman esta muestra también las distintas órdenes pertenecientes a los franciscanos exhibiendo en cada stand la labor que realizan diariamente con las familias, con los pueblos en nuestra provincia, cumpliendo con las palabras de los Obispos de América Latina (Aparecida, Brasil, Art. 118 ? 2007): "En el seno de una familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios. De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y testimonia. Los padres deben tomar nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos", siendo estos los protagonistas principales de estos tiempos en que vivimos.
Estuvieron presentes autoridades civiles y religiosas, representantes de la Orden Franciscana Seglar, de la JUFRA (Juventud Franciscana), las Hermanas Franciscana de María, las Hermanas Franciscanas misioneras del Niño Jesús, invitados especiales y publico en general.
Son objetivos de esta muestra difundir la historia del carisma franciscano, en conmemoración de los 800 años en que el Papa Inocencio III aprobara la regla que escribió Francisco de Asís, dando inicio con ella a la experiencia evangélica franciscana que hasta hoy perdura; reconocer la importancia de la obra misionera de los franciscanos realizada en nuestra Provincia para defender nuestra cultura, contribuyendo al desarrollo integral de las personas y de nuestra identidad; despertar la conciencia colectiva sobre el poder del patrimonio, basado en el reconocimiento de los testimonios significativos de la realidad de las actividades humanas en el tiempo y en el espacio; reconstruir y recuperar a través de la muestra, la obra misionera de los franciscanos. Obra cultural que se dio a través de sus aportes etnológicos, elaboración de vocabularios de lenguas indígenas, censos, crónicas de acción pastoral, diarios, creación de escuelas, composición de obras musicales, elaboración de memorias y reseñas históricas para contribuir a mantenerlos en vida y protegerlos.
En la muestra se podrá observar el trabajo realizado por la Orden Franciscana, como toda experiencia que se consolida, crece, madura y se expande por el mundo, cargada de tradiciones, sencillez y espontaneidad desde los orígenes, y que se ve cubierta de ese polvo que el correr de los años le va arrimando, sin que por ello pierda lo que permanece como esencial a su identidad, en este caso, el desafío siempre presente de vivir con autenticidad los valores del Evangelio.
La historia de nuestra provincia nos muestra a los hijos de San Francisco de Asís recorriendo sus pueblos, llevando el mensaje evangélico, con la sencillez con que la supo trasmitir el pobre de Asís, quien despojado de si mismo y confiando en el obrar de Dios en la pobre herramienta de su persona, dejó huellas imborrables en todos los lugares donde sus pies de peregrino de Dios fueron pisando.
Conforman esta muestra también las distintas órdenes pertenecientes a los franciscanos exhibiendo en cada stand la labor que realizan diariamente con las familias, con los pueblos en nuestra provincia, cumpliendo con las palabras de los Obispos de América Latina (Aparecida, Brasil, Art. 118 ? 2007): "En el seno de una familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios. De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y testimonia. Los padres deben tomar nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos", siendo estos los protagonistas principales de estos tiempos en que vivimos.