Con el inicio de la Tecnicatura en Desarrollo de Software en el Polo Científico y Tecnológico en 2018, surgió la necesidad de diseñar espacios de estudio y trabajo funcionales y ergonómicos para docentes y estudiantes.
Desde su apertura, el Instituto Politécnico Formosa buscó crear un espacio que combine funcionalidad y comodidad para sus usuarios. A través de entrevistas con estudiantes, docentes y directivos, se identificaron necesidades específicas para el diseño de muebles que faciliten el uso de computadoras y otros útiles escolares. Este enfoque participativo permitió adaptar los muebles a las características de una jornada intensiva, que se extiende de 9 a 17 horas, en un entorno natural.
"Las premisas de diseño fueron el bienestar y la seguridad, así como el uso de mano de obra formoseña para mantener activos otros sectores productivos. Los espacios están diseñados para ser accesibles, incluyendo áreas adaptadas para personas con movilidad reducida y mesas en el comedor que permiten su uso por parte de usuarios de sillas de ruedas”, comentó Cecilia Romea, diseñadora industrial e integrante del proyecto.
La adaptación de nuevas tecnologías a muebles convencionales, así como la colaboración multidisciplinaria entre arquitectos, ingenieros, diseñadores y personal administrativo, fue crucial para encontrar soluciones adecuadas ante desafíos que se presentaron a lo largo del proyecto. Este trabajo conjunto permitió, por ejemplo, redefinir espacios de conexión eléctrica, ampliar redes y optimizar la iluminación, logrando un entorno de aprendizaje eficiente.
"Adecuarse a las nuevas tecnologías y trabajar interdisciplinariamente nos abre infinitas posibilidades, creo que ese es el gran desafío del siglo XXI", concluyó Romea.
La implementación de un diseño funcional y ergonómico en los espacios del Instituto Politécnico Formosa no solo mejora la experiencia educativa de estudiantes y docentes, sino que también representa un avance significativo para la provincia en términos de desarrollo económico y social. Al fomentar la fabricación local de muebles, se apoya a la industria regional, se generan empleos y se promueve la sostenibilidad. La colaboración multidisciplinaria en el diseño de estos espacios establece un modelo que puede ser replicado en otras instituciones, potenciando la innovación y la adaptación a las necesidades de la comunidad.
Este proyecto sienta las bases para un futuro educativo más accesible, inclusivo y alineado con las demandas del siglo XXI, contribuyendo al crecimiento integral de Formosa.